Huida por encima de la muralla @museum.de

Después de que se me apareciera el Señor, pasé unos días con los discípulos de Jesús en Damasco. Les conté en las sinagogas lo que me había sucedido en las afueras de Damasco. La voz. La ceguera. La curación. Lleno de alegría, di testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios. Les molesté mucho con mi experiencia. Simplemente decidieron matarme. Pero Dios dispuso que alguien me revelara este plan y también que el gobernador de la ciudad hiciera vigilar día y noche las puertas de la ciudad para capturarme y matarme. Así que se nos ocurrió una idea: me escondí en una cesta y por la noche mis amigos me bajaron por la muralla de la ciudad. Escapé por los pelos.