Station: [76] Roma


He visto las orejas de mujeres, hombres y ancianos. Algunos las inclinan hacia mí y entonces miro este caracol que mis palabras giran y giran y desaparecen como un pozo. ¡Que mi palabra te alcance! Roma: la última estación de mi vida... prisionero en libertad soy, e incluso en Roma no soy muy escuchado por mis correligionarios, lo que me apena. Sólo puedo salir de mi apartamento alquilado bajo vigilancia, pero soy libre de recibir huéspedes. Puedo proclamar sin trabas la buena nueva de Jesús, nuestro Salvador